Reseña: Paradise Lost - "Obsidian" (2020) » Headbangers Latinoamérica

«It’s a good time to be in PARADISE LOST.” Greg Mackintosh

Escribir acerca de un nuevo disco de Paradise Lost siempre es un arma de doble filo, ya que por un lado es relativamente fácil, esto es debido que “La Eminencia Inglesa” siempre nos entregan discos de excelente calidad tanto musical, de producción, y de ejecución, pero esto no es al azar y se debe a que Paradise Lost en sus más de 30 años de trayectoria siempre han hecho las cosas de la forma correcta y con una perfección que solo los nacidos en aquella isla Inglesa pueden llevar a cabo.

Mucho podríamos decir de la historia Paradise Lost, como que junto a sus coterráneos de Anathema y My Dying Bride son el triunvirato pionero del estilo Death/Doom Metal, que si bien son una banda “pragmática” han sabido sorprender al explorar con otros estilos musicales como el Gothic, el Rock e incluso la Electronica, pero sin perder en demasía su sonido. Esto sumado a que son una de “esas” bandas que en términos generales y en cuanto a sus integrantes, se ha mantenido todos estos años prácticamente sin cambios de alineación, salvo por sus cambios ocasionales de baterista. Lo que ha hechos a Paradise Lost una banda bien cohesionada, con ideas claras, y que ha convertido a Paradise Lost en una de las bandas más importantes de la escena Metalera Mundial, no solo teniendo una gran fanaticada en prácticamente cada rincón del planeta, sino que ha influenciado a bandas tan importantes como los son Katatonia, Moonspell, Amorphis, The Gathering, y un sinfín de otras que le deben parte de su éxito a los nacidos en Halifax.

Y es por todo eso que viene la otra parte, lo difícil que es escribir acerca de ellos, ya que por un lado, si bien su extensa discografía siempre ha recibido buenas críticas por parte de la prensa especializada, no todos sus discos han sido bien recibidos por la mayoría de la fanaticada.

Esto sumado a la importancia, popularidad y sobre todo el cariño con que cuenta Paradise Lost a nivel mundial por parte de los publico y la fanaticada, se hace siempre difícil desmarcarse del status de fanático, y ser imparcial y objetivo, con una banda que para muchos a quienes nos gusta este estilo de música llamado Metal ha estado de una u otra forma acompañándonos prácticamente toda la vida.

Así que con todo eso en mente mientras escribo y escucho a Obsidian me avoco a la tarea de reseñarles este nuevo trabajo de los Ingleses y veremos cuál es el resultado final, así que vamos a ello.

Obsidian inicia con Darker Thoughts y ya podemos notar que se va alejando de sus trabajos anteriores The Plague Within (Century Media, 2015) y Medusa (Nuclear Blast, 2017) con los cuales la banda buscaba generar un sonido “Back To Roots” de melodías densas, pesadas con un gutural por parte de Nick Holmes realizado como en sus mejores tiempos y que nos demostró que a pesar de los años, su trabajo vocal no solo se mantiene sino que va mejorando. Ya lo demostró en sus dos trabajos con Bloodbath, Grand Morbid Funeral (Peaceville Records, 2014) y The Arrow of Satan Is Drawn (Peaceville Records, 2018) bajo el nombre de “Old Nick” (por algo será). Pero continuando con Darker Thoughts, es una canción que inicia tranquila, con una guitarra semi acústica y con una voz limpia por parte de Nick, pero a medida que avanza va entrando la melodía de toques “sinfónicos” para terminar entrando con todo y aquí viene una de las gracias del disco, la dualidad y matices de la voz de Nick, mezclado las voces limpias con guturales y otras que están entre ambas. Esta es una tónica Obsidian y que marcara uno de sus puntos más altos.

Continuamos con Fall From Grace, una canción de “corte” más clásico, densa y profunda sin tanto arreglo, con unas guitarras agudas por parte Gregor Mackintosh muy pegadizas casi como si fuera un solo constante durante toda la canción y que le dan toda la onda y ritmo y que mantendrá durante casi todo el disco.

La tercera canción es Ghost, la cual nos recuerda de inmediato a aquella época más Rock/Gothic con toques “electrónicos” de discos desde One Second (Music for Nations, 1997) hasta Paradise Lost (GUN Records, 2005), una canción bien “ondera” y “movida” como realizadas en aquellos años por la banda.

Con estas canciones ya nos damos cuenta que Paradise Lost, más que sacar un disco con algún sonido en específico, nos presenta una clase de historia, de su historia, repasando cada época musical vivida en su 32 años de trayectoria.

Y es como vamos avanzando en cada canción The Devil Embraced, Forsaken, o Ravenghast (solo por nombrar a algunas), podemos ir encontrando melodías que nos recuerdan a discos como los otrora mencionados junto con otros como Draconian Times (Music for Nations, 1995), Gothic (Peaceville Records, 1991) o Icon (Music for Nations, 1993), entre otros, ya que si bien ninguna canción corresponde a un determinado disco, todas ellas son un amalgama bien fusionada de sonidos que en cada canción podemos ir encontrado y redescubriendo a Paradise Lost como música, como historia, recordando cada época por la que la banda ha transitado.

Aun así Obsidian en términos generales mantiene el sonido clásico de la banda, es decir, encontramos casi de todo, momentos densos, profundos y letárgicos, momentos de esa claridad oscura tan característica de los ingleses.

En términos generales Obsidian es un muy buen álbum, tanto para fanáticos de la Paradise Lost como para los oyentes casuales que busquen algo que no se encasille en un puro sonido o estilo, en Obsidian encontraremos una variedad sonidos y melodías las cuales, por lo menos a mí me trajo buenos recuerdos y pude darme cuenta que Paradise Lost con trayectoria y distintas épocas ha estado conmigo en todos los años de crecimiento musical.

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