Nuclear Assault lideró esta nueva versión del festival, en compañía de Dorso y Nuclear.

Un domingo cualquiera, pero no para aquellos acérrimos thrashers de la era actual; ya que lo que se venía en Blondie, era una de esas fechas memorables: El Festival Metal Attack llegaba con una nueva versión encabezada nada menos que por los estadounidenses de Nuclear Assault, banda de culto para todo amante del Thrash Metal clásico, que volvía a nuestro país luego de aproximadamente cuatro años desde su última visita en la extinta Kmasú Premiere. Los encargados de la previa, no podían ser menos: Nuclear y Dorso, ambas agrupaciones nacionales de amplia trayectoria, encendieron el recinto apenas iniciaron sus presentaciones, con una puntualidad sorprendente.

 

Nuclear Assault + Dorso + Nuclear

Domingo 11 de Agosto del 2019

Club Blondie, Santiago.

Nuclear dio inicio a la velada, ingresando al escenario a las 19:00 horas mientras la capacidad de Blondie se encontraba a la mitad. Una intro dio paso a ‘The Pain You Asked For’, clásico del primer disco de los nacionales Heaven Denied (2005). El público yacía en llamas, cuando los ariqueños dan paso a ‘Confront’ y ‘Violence that burns’, canciones que invitaron a disfrutar del clásico mosh; el mismo que se prolongó durante toda la jornada metalera.

‘Killing Spree’ llegó entre cervezas heladas al caluroso recinto, seguida de ‘E-Faith’, ‘Heaven Denied’ y ‘SadisticMethod for crime’; mientras el reloj corría a una velocidad incontrolable. Los fieles fans de Nuclear no descansaron y aprovecharon el espacio que había hasta ese momento en Blondie, ya que con el paso de los minutos se iría llenando hasta casi copar su capacidad máxima.

‘Criminal solicitation’ llegó casi al final del show, junto con posiblemente las dos canciones más esperadas por los seguidores de Nuclear: ‘Belligerence’ y ‘Apátrida’, las que fueron recibidas entre aplausos y gritos de quienes seguían disfrutando de esta fiesta del metal que recién estaba comenzando.

La segunda banda en ingresar al escenario fue Dorso, quienes tenían pactado su show desde las 20:00 horas. Minutos antes, ya se podía escuchar a la gente gritando el nombre de la agrupación que puntualmente inició su presentación a la hora señalada, tras probar ciertos detalles técnicos. ‘Ultraputrefactus Criatura’ abre el espectáculo de los chilenos y de forma instantánea se armó nuevamante el mosh mientras se respiraba thrash en el ambiente, uno donde todos se vistieron para la ocasión y se sentían como en casa.

Suena ‘Poser Apocalipsis’ y en el público ya era posible divisar a algunos haciendo headbang, el mismo que es complementado por un “salud” por parte de Rodrigo Pera Cuadra, vocalista de Dorso. Tras brindar con una buena cerveza helada, la banda interpretó ‘Horrible Sacrifice’, entre los aplausos y saltos de fanáticos.

Llega ‘Panificator’ rápidamente, ya que el tiempo era poco. Seguida de ‘Deadly Pajarraco’, sin duda una de las más esperadas que incrementó la longitud del mosh, que ya ocupada gran parte del recinto. Luego presentaron un tema nuevo ‘Gore & Roll’, el mismo que le da nombre al último álbum de los nacionales. La potencia de la banda era algo esperable. Siempre con mucha energía, a modo que todos olvidásemos que era domingo. Después Pera presentó rápidamente a la banda e hizo la siguiente pregunta: “¿Quieren seguir mosheando? Porque la siguiente canción, es para moshear”, refiriéndose a ‘Dr. Mortis’ que llevó el espectáculo de Dorso a su punto máximo.

“Ahora vamos con un clásico de nuestro primer disco”, dice el vocalista antes de interpretar sin duda la canción más celebrada por los cientos de fanáticos que se encontraban en el lugar: ‘Hidra’. La gente se hizo partícipe coreando cada parte de ésta, en una presentación que finalizó a las 20:41 horas, con ‘Silvestre Holocaust’.

Faltaban escasos minutos para las 21:00 horas y quienes estaban en Blondie ya comenzaban a gritar “Nuclear Assault” para llamar a los estadounidenses, por lo que se bajan las luces y en la pantalla del fondo se vislumbró el logo de la banda, lo que hizo que el público se volviese aún más ansioso por lo que venía. De forma muy puntual, Nuclear Assault hace su ingreso a las 21:00 horas, comenzando su show con ‘Rise From The Ashes’, clásico que encendió aún más a los asistentes en una rueda que ya no había forma de detenerla; complementada de personas que subían al escenario para lanzarse encima del público. Siguió ‘Brainwashed’, coreado de principio a fin por los seguidores del thrash de los estadounidenses, sin duda de las esperadas. Ahora, el bajista Dan Lilker  presenta ‘New song, mientras Club Blondie ya se encontraba prácticamente repleta.Critical Mass llegó ante la ovación de quienes celebraronla llegada de una de los tracks más esperados, cantando a coro ante sus ídolos. En ese instante, el bajista Dan Lilker levantó la muleta que andaba trayendo una persona del público, mientras todos seguían celebrando sin parar de gritar “Nuclear Assault”. “Todos canten a coro, esto se llama Gameover”, dijo el bajista para dar paso a esta canción, interpretada por los cientos de fanáticos mientras levantaban sus puños hacia el escenario. Llegó el momento de ‘Sin’ y todos siguieron celebrando en un mosh gigante situado en el centro de la parte delantera de Club Blondie. “Hola! Mi español es really bad”, dice Lilker y entre risas, pasan a ‘Betrayal. El cuarteto mostró su energía y comodidad en todo momento, demostrando a cada segundo que el thrashmetal está muy lejos de pasar al olvido.

“Huelo marihuana”, expone el bajista de Nuclear Assault al percatarse de que algunos de los presentes se encontraba fumando. Este comentario fue recibido entre risas y entregó una calidez y comodidad aún más grande entre la banda y sus fanáticos. Así llegó otro de los puntos más altos de la jornada.

Como es habitual en Blondie, a ratos se percibieron algunos problemas técnicos, pero nada grave. Y hay que destacar la cercanía de la banda con su público, al que saludaban dándole la mano. Continuó el show con ‘F* (Wake Up) y la potencia del doble pedal de Nick Barker mientras todos gritaban ¡Wake up! Sin parar de saltar. Así llegamos a‘When freedom dies, momento en el que John Connelly y el guitarrista Erik Burke bromeaban haciendo crossover con sus guitarras y el público cantaba este himno del disco Handle with care (1989).

La gente coreaba el clásico “Olé, olé, Nuclear Assault”, grito que se complementó con la guitarra de Erik Burke y la batería de Nick Barker, para dar paso esta vez a ‘MyAmerica’ y ‘Hang the pope’, ambas canciones de corta duración que culminaron con los agradecimientos de Lilker. La presentación culminó con ‘Lesbians’ y ‘Trail of tears’, durando un poco menos de una hora y sin paso a un encore, aun cuando el público se negó en un principio a salir del recinto, con la esperanza de que el concierto continuara.

El carisma y desenfreno de Dan Lilker se robó el show. Tiraron uñetas y bajaron del escenario a las 21:54 horas, dando fin a un espectáculo corto, pero de gran calidad no solo musical, sino también humana; ya que la banda en más de una ocasión se acercó al público y sobre todo Burke, que al bajar del escenario se dio el tiempo de saludar y sacarse fotos con quienes fueron a ver a esta clásica agrupación que vivió el apogeo máximo del thrash en los 80’s. Sin duda una experiencia que nos encantaría repetir muy pronto en nuestro país.

 

Texto: Barbara Sherman
Fotografía: Inge.ph

 

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